Untitled - Oskar Fischinger - 1961El primer fin de semana de septiembre nos pasamos Reyes y yo por el Punto y Raya Festival 0.2 en La casa encendida.

Tras ese título tan sugerente, la organización añadía en la convocatoria del festival:

Este festival explora la síntesis máxima de la dualidad forma·movimiento en diversas esferas artísticas. Gracias a la simplicidad de la consigna utiliza la materia prima de la abstracción humana para revelar los logros y las limitaciones de nuestras formas de representación.

El punto·raya es el grano mínimo sobre el que se construye nuestro universo y el entendimiento que de él tenemos; es la identificación primaria de lo que existe; la esencia de lo que no es materia pero constituye la materia, de lo que no es perceptible pero permite el reconocimiento de lo que sí lo es.

Pero en la dimensión simbólica el punto·raya deja de ser un fin en sí mismo para representar diversas actuaciones de la mente humana

El contenido del festival giraba entorno a la creación audiovisual de contenido y estructura abstracta. El programa, además del maratón de obras a concurso, incluía una retrospectiva (con obras de los años 20 a nuestros días), un taller de creación (del que pudimos ver las obras resultantes), y un par de conferencias (a cargo de Agustín García Calvo y de José Antonio Millán).

Disfrutamos mucho del festival, a pesar de no haber podido asistir a todas las actividades, y esperamos que se repita en años venideros.

Personalmente, resaltaría, además de las propias obras mostradas, la profusión de información de la web, la gran calidad de la edición y contenidos del programa de mano, así como la diversidad del contenido exhibido. Me parece importante resaltar la información complementaria ya que es difícil degustar este tipo de obras sin un mínimo contexto. La retrospectiva y los materiales adicionales cumplían bien esta función.

Posibles sugerencias para otras ediciones son:

  • Me hubiese gustado disponer de actividades alternativas para los imprescindibles pequeños descansos entre proyecciones. Habilitar en el patio central o la terraza una zona de lectura o visualización individual con entrevistas a los autores, reportajes sobre las técnicas y procesos de creación, o información histórica y técnica relacionada con los contenidos hubiesen encajado bien.
  • Ofrecer los contenidos finales en la red. Es alarmante la falta de difusión libre de estos contenidos, tal vez mostrando cómo los autores obedecen al incentivo de la promesa de explotación económica de sus obras obtenidas con los canales tradicionales de la industria, frente a la difusión de sus creaciones (que a su vez sí podría implicar para ellos otras formas de retribución).

Algunas referencias para indagar en el mundo del audiovisual abstracto / música visual:

Algunos enlaces a obras disponibles en la red:

Viking Eggeling:

Diagonale Symphonie 1924

Len Lye:

Free Radicals 1958/1979 + A colour box 1935

Oskar Fischinger:
Oskar Fischinger retrato
Oskar Fischinger – Kreise (1933)
Oskar Fischinger Studie 9
Oskar Fischinger_Studie Nr.9

Norman McLaren:

Mosaic 1965

Synchromie 1971

Bärbel Neubauer:
Moonlight
Mondlicht

Robert Breer

A man and his dog out for air 1957

Chiaki Watanabe:
Chiaki Watanabe - 1/3
1/3 [One over three]

Pierre Hébert:

Between science and garbage 1


Between science and garbage 2

Jordan Belson
Larry Cuba

Referencia geek: parece que el software más en boga actualmente para las obras de base digital es Max/MSP junto con Jitter. Me sorprendió que no se mencionase PureData, un proyecto de software libre iniciado en los años 90 por el creador de Max/MSP y que, habiendo visto en vivo ya hace años algunas creaciones realizadas con él, dudo esté a la zaga en capacidades.

Pabellón Phillips - Le CorbusierCuriosidades: Edgar Varese compuso el Poème Électronique, parte de un ambiente sonoro y lumínico que se usaría en la inauguración del pabellón Phillips que Le Corbusier proyectó para la exposición universal de Bruselas de 1956. En el espectáculo se proyectaban imágenes diseñadas por el propio Le Corbusier sobre las paredes del pabellón, mientras se escuchaba la composición de Varese. Sonido e imágenes no estaban sincronizados, pero sí se estructuraban, llegando a usar hasta 400 altavoces controlados automáticamente.