En el mundo industrializado, la mayor parte de las estructuras civiles y de edificación se realizan con acero y hormigón. Ambos materiales son muy eficaces en su uso estructural pero, a su vez, grandes consumidores de recursos energéticos y medioambientales.
Hemos comentado en un post anterior el gran impacto medioambiental de la construcción y la vivienda, y en este nos centraremos en algunos datos concernientes a la repercusión de las estructuras en dicho impacto. Más concretamente, en el derivado de la fabricación de cementos, básicos en la producción de hormigón para la construcción, y las posibilidades que abren nuevos materiales y procesos de fabricación de los cementos.